La inversión extranjera es un factor clave para el desarrollo económico y social de un país, ya que implica la entrada de capital, tecnología, empleo y conocimiento. España es uno de los principales receptores de inversión extranjera en Europa y en el mundo, y en 2023 ha registrado un aumento significativo de los flujos de inversión, a pesar de la crisis provocada por la pandemia y las tensiones geopolíticas.
Según los datos del Registro de Inversiones Exteriores DataInvex de la Secretaría de Estado de Comercio, la inversión extranjera en España superó en 2023 los 34.178 millones de euros (M€) en términos brutos, lo que supone la segunda mayor cifra alcanzada desde que se tienen datos registrados (1993).
En este contexto, en el blog de Valio Consulting, analizaremos la situación y las perspectivas de la inversión extranjera en España, con especial atención a la procedente de Francia, y los posibles obstáculos que pueden encontrar en el ámbito fiscal e impositivo.
España, uno de los principales receptores de inversión extranjera
Según los datos del Registro de Inversiones Exteriores DataInvex de la Secretaría de Estado de Comercio, la inversión extranjera en España superó en 2023 los 34.178 millones de euros (M€) en términos brutos, lo que supone la segunda mayor cifra alcanzada desde que se tienen datos registrados (1993). En relación con 2022, se trata de un aumento del 13,9%.
En este contexto, Francia es el segundo socio comercial de España, después de Alemania, y el tercer mercado de destino de las exportaciones españolas. Además, es el primer país de origen de los turistas que visitan España, con más de 11 millones de viajeros en 2023.
Por sectores, más de la mitad del total de la inversión extranjera en España (55,1%) se dirigió al sector servicios, seguido del sector industria (42,2%) y, posteriormente, por la construcción (2,5%) y el sector primario (0,2%). Dentro del sector servicios, destacan las actividades sanitarias, las telecomunicaciones y la programación e informática.
Además, la inversión extranjera en proyectos greenfield en España ha llegado en 2023 a su nivel más alto en toda la serie histórica, superando los 44.560 millones de dólares y han creado más de 96.000 empleos, según FDI Markets, base de datos de proyectos greenfield del Grupo Financial Times.
Desafíos y riesgos de invertir en España
Sin embargo, la inversión extranjera en España también se enfrenta a algunos desafíos y riesgos, que pueden frenar su potencial y su rentabilidad. Uno de ellos es el nivel impositivo y fiscal, que puede afectar a la competitividad y la atracción de los inversores.
Según el informe Doing Business 2023 del Banco Mundial, España ocupa el puesto 122 de 190 países en el indicador de pago de impuestos, que mide el número de horas que dedican las empresas al cumplimiento tributario, el número de pagos que realizan y la presión fiscal total que soportan. El informe señala, además, que una empresa española dedica unas 167 horas al año al pago de impuestos, realiza unos 8 pagos y tiene una carga fiscal del 47,4% sobre sus beneficios.
En comparación con otros países de la Unión Europea, España tiene una presión fiscal superior a la media, tanto en términos de recaudación como de tipos impositivos: ha introducido en 2023 algunas medidas fiscales, como el impuesto temporal a las grandes fortunas, que grava con un tipo del 1% el patrimonio neto de las personas físicas que superen los 10 millones de euros; el incremento del tipo de gravamen de la base imponible del ahorro en el IRPF, que pasa del 26% al 27% para las rentas del capital superiores a 200.000 euros y del 26% al 28% para las superiores a 300.000 euros; o la subida del IVA de algunos productos y servicios, como los refrescos azucarados, que pasan del 10% al 21%.
Por ello, es importante que España adopte una política fiscal que sea equilibrada, eficiente y competitiva, que garantice la sostenibilidad de las cuentas públicas, pero que también fomente el crecimiento económico, la creación de empleo y la atracción de inversión.
El camino hacia una reforma fiscal integral
Durante los últimos años, se habla de la necesidad de una reforma fiscal integral, que simplifique el sistema tributario, elimine las duplicidades y las distorsiones, amplíe las bases imponibles, reduzca los tipos efectivos, armonice la fiscalidad autonómica y local, y combata el fraude y la evasión fiscal.
Por ello, es importante que España adopte una política fiscal que sea equilibrada, eficiente y competitiva, que garantice la sostenibilidad de las cuentas públicas, pero que también fomente el crecimiento económico, la creación de empleo y la atracción de inversión.
En Valio Consulting nos dedicamos a elevar el estándar fiscal de autónomos, pymes y empresas, con un enfoque constante en potenciar sus inversiones dentro del país. Nuestro objetivo es minimizar el riesgo, mientras promovemos la implementación de tecnologías innovadora.